El avaro y la mosca
Cuentan que cuentan que, en un lejano país había un hombre muy rico, pero avaro. Prestaba dinero a los pobres y les cobraba un interés altísimo. Así aumentaba la deuda de la gente que nadie podía pagar y perdían lo poco que tenían. Eso le ocurrió a un campesino que le debía muchísimo dinero.
Un día, el avaro se presentó en su casa para ver si hallaba algo valioso para quitarle.
Encontró al pequeño hijo del campesino jugando solo en el jardín y le preguntó por sus padres.
- Mi padre ha ido a cortar arboles vivos para plantarlos muertos y mi madre fue al mercado a vender el viento y a comprar el sol- respondió el niño.
El avaro intrigado por las palabras del niño, le pidió que le explicara lo que quería decir, pero el niño siempre repetía lo mismo. Por más que lo halago y lo amenazo, el niño contestaba con esas palabras. Y como no podía resistir la curiosidad, el avaro decidió hacer un trato con el pequeño.
- Si me explicas lo que estás diciendo, olvidaré la deuda de tu padre. El cielo y la tierra serán mis testigos
- El cielo y la tierra no pueden ser testigos, porque no pueden hablar- respondió el niño. – tiene que ser algo con vida.
- Pues que sea testigo esa mosca – dijo el avaro, señalando al insecto que estaba posado en el marco de la puerta.
El niño aceptó la propuesta y le explicó que su padre había ido a cortar bambúes para hacer una cerca y que su madre había ido al mercado a vender abanicos y a comprar aceites para las lámparas.
El avaro se rió de la ocurrencia del niño, lo felicitó por su inteligencia y se retiró.
Sin embargo, una semana después regresó a la casa del campesino a reclamar el dinero que este le debía.
- Padre, usted no tiene que pagarle nada- intervino el niño y le recordó al avaro de olvidar la deuda.
Por supuesto, el hombre negó todo y decidieron llevar el caso ante el Juez del lugar.
Frente al Juez, el avaro insistió con que nunca había visto al muchacho y exigió su dinero. El niño contó, en cambio, su versión.
- Es la palabra de uno contra el otro- dijo el juez-. No puede saber cuál es la verdad sin un testigo.
- Pero había un testigo- interrumpió el niño-. Nos oyó una mosca.
- ¿Una mosca?- repitió el juez.
- Si, una mosca grande que se posó sobre su nariz.
- ¡Mentiroso! La mosca estaba en el marco de la puerta y no en mi nariz… - el avaro dejó de hablar pero ya era tarde.
El juez falló a favor del campesino pobre, que abrazó muy fuerte a su hijo, mientras el avaro se iba refunfuñando de rabia.
Versión de Liliana Cinetto de un Cuento Popular vietnamita.
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Actividades
- Indica que tipo de narrador tiene este cuento
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- Explica las siguientes expresiones
Vender el viento: ………………………………………………………………………………………...
Comprar el sol:…………………………………………………………………………………………..
Cortar árboles vivos para plantarlos muertos:………………………………………………………………
Explica porque el juez falló en contra del avaro
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Este texto es un cuento: Tradicional - Maravilloso - policial
Piensa y escribe un final distinto para este cuento
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Cuentan que, en un lejano país había un hombre muy rico, pero avaro. Prestaba dinero a los pobres y les cobraba un interés altísimo. Así aumentaba la deuda de la gente que nadie podía pagar y perdían lo poco que tenían. Eso le ocurrió a un campesino que le debía muchísimo dinero.
Un día, el avaro se presentó en su casa para ver si hallaba algo valioso para quitarle.
Encontró al pequeño hijo del campesino jugando solo en el jardín y le preguntó por sus padres.
Busca los homónimos y/o antónimos de las palabras subrayadas en el texto anterior
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Leyendo el texto anterior completa el siguiente cuadro
Sustantivo | Género | Número |
Ahora trabajamos con los adjetivos
Adjetivo | Clasificación | Grado |
Analizamos las siguientes oraciones
El avaro se rió de la ocurrencia del niño.
El niño aceptó la propuesta.
El avaro intrigado por las palabras del niño, le pidió que le explicara lo que quería decir.
El juez falló a favor del campesino pobre.
Prestaba dinero a los pobres y les cobraba un interés altísimo.
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